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Teoría del empujón: Una forma más inteligente de fomentar el cumplimiento de los EPI

Teoría Nudge

Una forma más inteligente de fomentar el cumplimiento de los EPI

Garantizar que los trabajadores lleven el EPI adecuado para cada tarea en el momento adecuado es esencial para mantener su seguridad, pero no siempre es fácil. La solución podría estar en la teoría del empujón, un enfoque que hace que la elección correcta parezca la más fácil.

Garantizar que los trabajadores lleven el EPI adecuado para cada tarea en el momento adecuado es esencial para mantener su seguridad, pero no siempre es fácil. La solución podría estar en la teoría del empujón, un enfoque que hace que la elección correcta parezca la más fácil.

¿Qué es la teoría Nudge?

La belleza de la teoría del empujón reside en su inteligente planteamiento y en el respeto a la autonomía individual para sugerir un mejor curso de acción. La teoría sugiere que cambios sutiles en el entorno pueden influir positivamente en el comportamiento humano y en la toma de decisiones: que se puede animar a las personas a tomar mejores decisiones en materia de seguridad (como llevar EPI) modificando la forma en que se les presentan las opciones, en lugar de imponerles normas o restricciones de mano dura. Por ejemplo, si los trabajadores ven que los EPI están bien colocados y destacan visualmente, es más probable que los utilicen sin necesidad de recordatorios constantes.

En pocas palabras, la teoría del empujón consiste en hacer que la elección más segura parezca la más fácil y natural.

Cómo utilizar incentivos para mejorar el cumplimiento de los EPI por parte de los trabajadores

He aquí algunas formas prácticas de aplicar la teoría de los incentivos para fomentar el cumplimiento de las normas sobre EPI en el lugar de trabajo:

Utilice señales visuales

Coloque carteles brillantes y llamativos cerca de las entradas o los puestos de trabajo para recordar a los empleados que cojan su EPI antes de empezar una tarea. Por ejemplo, un cartel en la puerta podría decir "¿Tienes los guantes?" junto con una imagen de guantes. De este modo se crea una indicación sencilla y fácil de recordar sin necesidad de instrucciones directas.

Facilite el acceso a los EPI

Coloque los EPI adecuadamente en las zonas de tránsito intenso. Si los guantes u otros EPI se colocan en el camino de los trabajadores cuando entran en una obra o se acercan a un equipo, es mucho más probable que los cojan sin pensárselo dos veces. El objetivo es eliminar barreras en el proceso de coger el equipo de seguridad.

Refuerzo positivo

Implemente sistemas de recompensa que premien a los trabajadores que lleven sistemáticamente el EPI. Por ejemplo, un tablón de "Estrella de la seguridad del mes" que reconozca a los empleados que dan prioridad a la seguridad ayuda a crear una cultura en la que se fomenta y recompensa el uso del EPI, convirtiéndolo en un motivo de orgullo para los trabajadores.

Crear una opción de seguridad por defecto

En la medida de lo posible, integre los EPI en el flujo de trabajo, de modo que no resulte habitual renunciar a ellos. Por ejemplo, los trabajadores pueden recibir automáticamente un EPI al registrarse para la jornada. Esto incorpora la seguridad a las rutinas diarias, por lo que no es necesario un esfuerzo adicional para cumplirla.

Reformar el entorno de trabajo

Ajuste la distribución del espacio de trabajo para promover de forma natural un comportamiento más seguro. Por ejemplo, colocar dispensadores de EPI cerca del equipo específico de la tarea anima a los trabajadores a equiparse cuando más lo necesitan. Si los guantes están situados justo al lado de la maquinaria, resulta intuitivo ponérselos como parte de su rutina.

Errores comunes que hay que evitar

Después de poner en práctica los incentivos, es importante ser consciente de los posibles obstáculos que pueden dificultar su eficacia:

Sobrecarga de información

Demasiadas señales o mensajes pueden abrumar a los trabajadores. Lo mejor es que los avisos sean claros y concisos. Unos pocos elementos visuales bien colocados y directos tendrán un mayor impacto que bombardear a los trabajadores con recordatorios en cada esquina.

Basarse únicamente en datos

Aunque los hechos y las estadísticas pueden ser útiles, no siempre son los motivadores más eficaces. Es más probable que los trabajadores respondan a señales visuales o emocionales. Evite abrumarlos con demasiados textos o cifras; céntrese en mensajes sencillos, prácticos y fáciles de entender.

Diseño inflexible

Las soluciones únicas no siempre funcionan. Los trabajadores de diferentes funciones o departamentos pueden tener necesidades únicas. Personalizar los incentivos en función de tareas o entornos específicos garantizará que lleguen a todos los empleados.

Medir el éxito de los incentivos

Después de introducir estos cambios, es importante medir su eficacia. ¿Utilizan los trabajadores los EPI de forma más sistemática? ¿Ha disminuido el número de incidentes de seguridad? Recabe la opinión de los empleados y observe si se produce un cambio notable en su comportamiento. La mejora continua es la clave del éxito de una estrategia de incentivos.

Mediante la integración del refuerzo positivo y la creación de entornos que hagan de la seguridad una elección fácil, la teoría del empujón proporciona una forma eficaz de mejorar el cumplimiento de los EPI. No se trata de forzar comportamientos, sino de hacer que las decisiones correctas parezcan naturales.

Si desea más información sobre la teoría del empujón y otras medidas de seguridad para las manos, consulte Rethinking Hand Safety y descubra cómo algunas de las empresas más seguras del mundo han reducido las lesiones en las manos con algo más que EPI.

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